Lacandón que es una especie de Oboe de origen maya que encontró el etnólogo Franz Blom, poseía siete agujeros con los que podría producir ocho sonidos distintos, pero los constructores o quienes tocaban este instrumento, en vez de extender esta gama de sonidos, se limitaron a tocar nada más 7 sonidos, tapando el séptimo agujero con cera silvestre.
Pero si bien cierto que cada sonido, tonos e intervalos, se emitían en función religiosa y simbólica. No importanto si se utilizaban en la música sagrada o en la música profana.
Según el instrumento se deduce que conocían el politonísmo, la escala diatónica y el cromatismo.
A los cantores principales se les llamaba hol-pop que eran los encargados de dirigir los coros, de enseñar la música, el canto y de dar el tono.
Existe una clasificación de los instrumentos musicales mayas según Hornbostel-Sachs (HS), estos se dividen en 4 familias: idiófonos, membranófonos, cordófonos y aerófonos.
Los idiófonos se subdividen en: golpe directo, golpe indirecto, idiófonos punteados, idiófonos por frotación, idiófonos soplados (conchas de tortuga, cascabeles, sonajas, raspadores, conchas marinas).
En flautas es muy raro ver flautas transversas, y otras como la flauta con bola de barro en el ducto que le permite rodar libremente de extremo a extremo, produciendo tonos, medios tonos y microtonos.
Es bastante amplia la variedad de instrumentos que se han descrito en este artículo, sin embargo es necesario seguir indagando en la información relatada, ya que tiene mucho que ver el punto de vista del investigador y de las evidencias, pero lo que si es exacto es que la cultura maya tuvo una variedad rica en música y danza.